Por Leonardo Arriaga G.
Una de las «profesiones» mas difundidas en el mundo comercial ha sido el de prestamistas. No tengo a mano con precisión el siglo en que se inició, pero creemos que surge incluso antes de la aparición de la moneda. En la actualidad, ya no es beneficiosa esta actividad ante la fluctuación y variables del movimiento económico, ya incluso la modernidad de las llamadas hipotecas tampoco ofrece resultados beneficiosos, y es que hoy sale más caro formalizar el Registro público que lo que se va a prestar y no hay garantía para cobrar. Es por ello que, aun cuando el caso sea civil, el prestamista acude a la vía penal emitiendo una acusación ante la fiscalía tratando por esta vía recuperar su dinero; desde luego que el resultado es fallido. El abogado en ejercicio y profesor universitario, Rafael Mittilo, recomienda a los prestamistas de ayer y de hoy quienes se inician en esta actividad, que no debe prestarse y se dediquen a otra actividad más lucrativa del momento.
EXIJA EL FIRMANTE EN LA COMPRA-VENTA DE VEHICULO.
Una vieja recomendación que hacen los colegas que litigan, es que en lo que se refiere a la compra de vehículos, exija el firmante que sea la persona que está en el título de propiedad y se estampe en notaria. En la actualidad el ochenta por ciento no tiene firmante. Nada de rapiditos si no quiere afrontar problemas a posterioridad.